sábado, 26 de mayo de 2012

SIN RETOCAR ESTOY MÁS GUAPA

El otro día escuché que hacen estudios a personas (en esto se gastan la pasta), que confirman que cuando nos miramos a nosotros mismos en una foto sin retocar y en otra retocada mejorando nuestro aspecto, nos reconocemos mejor en la retocada. Esto quiere decir que nos idealizamos, no somos conscientes de nuestra auténtica realidad. 

Esto ocurre porque no nos vemos constantemente y tenemos un concepto de nosotros diferente del real. Nos ocurre lo mismo con nuestras voces. Y si me permitis decirlo con nuestro carácter y nuestro comportamiento. Creemos que somos mejores de lo que en realidad somos, porque según nosotros nunca hemos roto un plato, aunque en la realidad hayamos roto nuestra vajilla y parte de la del vecino.


Y no somos conscientes de que debemos ser responsables de nuestros actos, la sociedad y nosotros mismos, nos convertimos en victimas indefensas y con ello solo conseguimos  no afrontar nuestros problemas y las consecuencias de nuestros actos. Culpamos a los demás y nos hacemos débiles ocultando nuestras responsabilidades en los otros y responsabilizando a los demás de nuestros errores.

Aunque he de reconocer que es mucho más sencillo y más agradable pensar que, como dice mi madre: "Soy la niña más buena y más bonita del mundo"

No hay comentarios:

Publicar un comentario